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La mala aplicación de drones durante la pandemia del Covid-19

A mediados de marzo los técnicos de DJI emitieron un documento en el que proponían una metodología para calibrar el sensor del Mavic 2 Enterprise Dual para reducir el margen de error al medir la temperatura de la piel de las personas. Este procedimiento fue presentado con la intensión de lograr que el dron ayude de una mejor forma a la pandemia del Covid-19 que hasta ese momento estaba imparable. Pero en el mismo documento enumeraban una serie de condiciones que se debían dar para que la medición sea la más precisa posible, por ejemplo: Evitar usar el método cuando hay mucho sol, si la temperatura ambiente cambia hay calibrar nuevamente el sensor, el dron debe volar a la misma altura que la frente de la persona, la temperatura debe medirse perpendicular al sensor, etc., etc. ¿Por qué?, porque en una medición a distancia hay muchas variables que influyen y no importa cuantas veces se calibre la cámara.

Esto no lo sabe un piloto de drones, esto lo sabe un Termógrafo. No importa si el que le vendió el dron le explicó que rojo era calor y azul era frío, eso no lo hace al piloto en absoluto competente para entender cómo funciona la medición térmica y su aplicación. La cámara infrarroja no es una cámara normal de luz visible (ver video en YouTube que explica esto). A pesar de esas advertencias, en muchos países pilotos de drones salieron a las calles a realizar vuelos midiendo temperatura sin saber lo que hacían. Talvez tenían la buena voluntad, pero hasta para eso hay que saber lo que se hace. No por nada existe un Código de Conducta de UAV Humanitario, que fue lanzado en 2014 por la Red de UAV Humanitario (UAViators) y más de 60 organizaciones, incluidas DJI, UNICEF, PMA, Cruz Roja Americana, Comisión Europea, Texas A&M, EPFL, entere otros, y que aplican este código de conducta en los despliegues de UAVs dentro de un entorno humanitario o con intenciones humanitarias. Hay que saber mucho más que solo volar el dron, sino se convierte en un show sin sentido.

Afortunadamente el departamento de Seguridad Pública de DJI emitió un comunicado e instructivo oficial cuya última actualización al 29 de abril de 2020, claramente indica que tanto la medición térmica con drones, como la aspersión de desinfectante con drones, no son protocolos validados, requieren equipos o firmware adicional o pueden requerir aprobaciones regulatorias. Claramente en este documento insisten en que los riesgos potenciales superan los posibles beneficios de su uso y de que no hay suficientes datos de éxito para justificar el uso en operaciones complejas. Se dice que nadie estaba listo para una pandemia de esta magnitud, eso no es verdad, hay mucha gente que se dedica a capacitarse y tecnificarse justamente para situaciones como esta, el problema se da en que la desinformación y el protagonismo le ganan a la aplicación de la ciencia y protocolos de manera correcta para el beneficio de la comunidad.

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